Querido Śrīla Prabhupāda,

Recibe mis más humildes y respetuosas reverencias. Todas las glorias a Su Divina Gracia. En este auspicioso día de tu aparición es muy agradable estar con tus muchos discípulos y recordar tus glorias trascendentales. Como decías a menudo: “Siempre estoy con mi maestro espiritual”. De manera similar, aunque solo soy un neófito en el proceso de conciencia de Kṛṣṇa, por tu gracia sé que siempre estás ahí para guiarme a través de este océano de oscuridad y sufrimiento material.

saṁsāra-dāvānala-līḍha-loka-
trāṇāya kāruṇya-ghanāghanatvam
prāptasya kalyāṇa-guṇārṇavasya
vande guroḥ śrī-caraṇāravindam

“El maestro espiritual está recibiendo la bendición del océano de la misericordia. Así como una nube de lluvia vierte agua sobre el incendio forestal para extinguirlo, el maestro espiritual está extinguiendo el fuego abrasador de la existencia material. Ofrezco mis respetuosas reverencias a los pies de loto de tal maestro espiritual”.

Siempre me da un gran placer glorificar tus actividades trascendentales y, por lo tanto, no hay nada más que prefiera hacer. Todo ya está hecho por ti. Por lo tanto, soy simplemente como un repartidor de periódicos que distribuye las noticias. Debido a que tus glorias animan a todos los seres vivos, tanto condicionados como liberados, a veces recibo un pequeño elogio.

El invierno pasado, mientras distribuía tus libros en Hawái, mucha gente me agradeció el trabajo que estaba haciendo. Una viejita incluso dijo que Dios me bendijera. Pero me animó mucho cuando un hombre dijo: “Conocí a Prabhupāda una vez, y estoy seguro de que está muy complacido de que todos estos libros se distribuyan”.

Ciertamente seré muy feliz si Dios me bendice, pero lo que es más importante es que tú estés complacido. Tu presencia ya es bendición de Dios, y sé que complacerte es la más alta perfección de la vida.

yasya prasādād bhagavat-prasādo
yasyāprasādān na gatiḥ kuto ‘pi
dhyāyan stuvaḿs tasya yaśas tri-sandhyaṁ
vande guroḥ śrī-caraṇāravindam

“Por la misericordia del maestro espiritual, uno es bendecido por la misericordia de Kṛṣṇa. Sin la gracia del maestro espiritual, nadie puede avanzar. Por lo tanto, siempre debo recordar a mi maestro espiritual, y al menos tres veces al día debo ofrecer mis respetuosas reverencias a los pies de loto de mi maestro espiritual”.

Me duele ver que algunos de tus discípulos han olvidado tan fácilmente tu misericordia y tu exaltada posición. Si alguien dice que es igual a ti o más grande que tú, mi mente e inteligencia se perturban y me resulta muy difícil de tolerar. Simplemente puedo rogar a esas almas caídas que abandonen esta necedad y regresen al refugio de tus pies de loto.

Recuerdo que en 1976 me escribiste, en respuesta a mi carta, que te gustaban mis planes para viajar y distribuir libros. Mis métodos han cambiado un poco, de una simple camioneta en la India a una elaborada exposición cultural que recorre los Estados Unidos. Aquí estoy, diez años después, haciendo lo mismo. Aprobaste estos viajes y prédicas, especialmente para un sannyāsī. En ese momento, algunos de mis hermanos espirituales me estaban criticando por mis viajes. Ahora, incluso después de tantos años, la misma crítica sigue ahí. Pero ellos no saben que es tu orden que yo viaje y predique, y por lo tanto, nunca puedo abandonarlo.

No espero tener muchos seguidores en esta vida, ni nunca tendré una gran posición o mucho dinero. Ya me has dado mucho más que todo eso. Me has dado la oportunidad de servirte eternamente. Soy simplemente un mendigo, y estoy delante de ti. De rodillas, con las manos juntas, simplemente te suplico que me des el polvo de tus pies de loto. Si uno es tan afortunado de obtener aunque sea una diminuta partícula del polvo de tus pies de loto, se entiende que ha logrado la mayor riqueza, que nunca podrá ser superada en este mundo ni en el siguiente.

Puede suceder que alguien lea o escuche esta ofrenda de Vyāsa-pūjā, pero no espero que la entienda. Śrīla Prabhupāda, solo tú entenderás mi corazón, porque eres mi eterno maestro y amigo. Deseo siempre seguir siendo tu sirviente porque tú eres jagat-guru y yo soy Jagat-Guru Dāsa. Siempre estoy deseando tu misericordia.

Tu eterno sirviente,

Jagat-Guru Swami